‘Megalópolis’: ni la crítica sabe muy bien qué pensar de la última película de Francis Ford Coppola
La locura del director ha desconcertado hasta a la propia prensa especializada.
Josh Brolin asegura que dejará de actuar si Denis Villeneuve no es nominado al Oscar por 'Dune 2'
5 episodios y en el top 1 de Netflix: la miniserie que te enganchará desde el primer minuto
No se puede decir que en el Festival de Cine de Cannes, la crítica no esté ciertamente acostumbrada a ver proyectos autorales muy particulares. Películas incomprensibles para el espectador medio a través de historias complejas que subrayan hasta cierto punto, incluso intereses experimentales. Ahí están ganadoras de la Palma de Oro como Titane, Viridiana, Bailando en la oscuridad o Parásitos…pero la proyección de Megalópolis hace algunas horas en la croisette, parece haber dividido las opiniones sobre el trabajo de Francis Ford Coppola. «Excesiva», «ambiciosa», «alocada», son palabras que se repiten en la colección de críticas internacionales que ya rondan los principales medios. Pero ¿por qué está generando tanto revuelo su proyección?
A pesar de llevar más de 30 años sin realizar una obra digna de su talento fílmico, el nombre de Francis Ford Coppola no puede sino resonar para siempre y, con delirante fuerza, en cualquier parto de butacas. Tan sólo hay que echar un vistazo a cómo toda la sala de la proyección se levantó para aplaudirle y homenajearle en su llegada al preestreno. Con su bastón y apoyado en el actor Adam Driver para subir las escaleras del certamen, el ganador de cinco premios de la Academia ya ha asegurado que Megalópolis no es su última película y sin embargo, a sus 85 años, todo parece indicar que ésta ha sido su excesivamente pasional despedida de la dirección. Una última aportación para hacer soñar a un público que sobre todo, desea verle brillar en su despedida.
‘Megalópolis’: ¿un desastre anticipado?
Con 120 millones invertidos de su propio bolsillo, nadie puede negarle a Coppola que este no sea un ejercicio de valentía fuera de lo común. Un febril deseo de una idea que lleva medio siglo rondando la cabeza del director de El padrino. Megalópolis se presenta por sí misma, como una utopía dentro de una utopía en la que como viene siendo habitual, su propio rodaje no ha sido un camino de rosas. En diciembre de 2022, la mayoría de los departamentos de arte y efectos visuales se separaron del equipo, confirmándose por un informe a principios del 2023 que tanto el supervisor de efectos visuales Mark Russell, como la diseñadora de producción Beth Mickle, habían abandonado el proyecto. Diferencias creativas entre miembros selectos del equipo que terminaron en renuncias o despidos por parte de Coppola. Tanto el director como su protagonista, Adam Driver, se apresuraron en desmentir que el rodaje estuviese siendo una locura. Aunque quizás, vistas las reacciones internacionales respecto a este drama de la ciencia ficción, ese era el principal caldo de cultivo en el que tendría que nadar siempre un proyecto así.
Toda una serie de complicaciones a las que se han añadido los rumores de un hipotético comportamiento inadecuado por parte del director en el set, a quien un artículo en The Guardian acusa de estar la mayor parte del tiempo consumiendo marihuana. Bajo todo el amplio contexto, la realidad es que Megalópolis lo va a tener muy complicado para no ser un desastre económico en la taquilla , pues debería superar los 200 millones de dólares de recaudación. Números que hoy en día le cuesta alcanzar a blockbusters de acción como El especialista. La critica es esa última puerta hacia la motivación de la audiencia que pueda acudir a ver lo nuevo de Coppola. Pero ¿cuál ha sido la opinión generalizada tras su visionado en el festival francés?
«Un desastre entrañable»
«Unanimidad» no va a ser la palabra que determine ni mucho menos, la opinión generalizada sobre lo que parece una distopía llena de excesos. Las palabras varían entre la locura, el fracaso o lo apabullante que es la mirada del director sobre su obra.
Robert Daniels, colaborador de Screen Daily, decía lo siguiente: «Megalópolis: la primera hora fue un desastre, un desastre entrañable pero aún así pobre. Luego llegó la segunda hora; La compré totalmente. Muchas cosas no funcionan en el apasionante proyecto de Francis Ford Coppola, pero su lenguaje visual es nítido. Hay una escena que involucra una mezcla que impacta».
Por otro lado, algunos como Matt Neglia apunta que algunos apreciarán «su escala y ambición», pero que sin duda, la habría admirado mucho más si funcionase: «Nunca olvidaré la experiencia incoherente y desordenada de todo esto».
El que más elogios ha dedicado a Megalópolis parece haber sido uno de los máximos responsables de IndieWire, David Ehrlich: «Un autorretrato llamativo, épico y absolutamente singular de 120 millones de dólares que también es una fabula sobre la caída de la Antigua Roma y una súplica para salvar nuestra civilización ( y su cine) de sí misma».
Megalópolis todavía no tiene una fecha de estreno en España.